Descubre quién fue San Blas, por qué es uno de los santos más venerados y qué significado tiene su festividad para millones de personas en el mundo.
El santo que cuida nuestras gargantas y nuestra salud
San Blas es uno de los santos más populares del calendario litúrgico católico. Su festividad se celebra cada 3 de febrero y, desde hace siglos, su figura está profundamente asociada con la protección de la garganta, especialmente en niños y enfermos. Aunque se trata de un personaje histórico del siglo IV, su devoción ha sobrevivido al paso del tiempo gracias a su legado de fe, milagros y cercanía con el pueblo.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre San Blas, su vida, los milagros que se le atribuyen, su papel como santo protector y cómo se celebra su festividad en distintos rincones del mundo.
¿Quién fue San Blas?
San Blas fue un obispo y mártir que vivió en la ciudad de Sebaste, en Armenia (actual Turquía), hacia el siglo IV. Antes de ser consagrado obispo, era médico, por lo que siempre estuvo relacionado con el cuidado de los enfermos, especialmente de aquellos que sufrían problemas respiratorios o enfermedades de la garganta.
Durante la persecución contra los cristianos por parte del emperador Licinio, San Blas fue arrestado por confesar su fe. En prisión, según la tradición, realizó numerosos milagros, incluido el más famoso: salvar la vida de un niño que se ahogaba por una espina de pescado clavada en la garganta, lo que lo convirtió en patrono de las enfermedades de garganta.
Finalmente, San Blas fue martirizado y decapitado por negarse a renunciar a su fe cristiana.
El milagro más famoso de San Blas
El milagro que más ha marcado su devoción fue, como mencionamos, la curación milagrosa de un niño que estaba a punto de morir por asfixia. Este acto de compasión y poder divino le otorgó una fama de intercesor poderoso ante los males de garganta, por lo que muchas personas, cada año, acuden a él con fe y esperanza.
Gracias a este milagro, en muchas iglesias del mundo se realiza el rito de la bendición de las gargantas el 3 de febrero, utilizando dos velas cruzadas.
La devoción popular a San Blas
San Blas es especialmente venerado en España, América Latina y Europa del Este. En muchos pueblos se celebran procesiones, ferias, misas y bendiciones ese día. Su imagen suele representar a un obispo con mitra y báculo, a veces con una vela o un peine de cardar —instrumento con el que se dice que fue torturado—.
En pueblos como Candelario (Salamanca), Fregenal de la Sierra (Badajoz) o Valdemorillo (Madrid), las fiestas de San Blas son eventos muy esperados, con romerías, cantos populares y tradiciones que mezclan lo religioso con lo festivo.
En algunos lugares, las personas llevan consigo alimentos o bufandas para que el sacerdote las bendiga durante la misa del 3 de febrero, como símbolo de protección frente a los catarros o infecciones de garganta durante el invierno.
¿Por qué es tan importante San Blas hoy en día?
En una época donde las enfermedades respiratorias siguen siendo frecuentes, la figura de San Blas cobra un nuevo sentido. Aunque la medicina ha avanzado, la fe sigue siendo un apoyo emocional y espiritual fundamental para muchas personas. Invocar a San Blas en momentos de enfermedad o malestar es una forma de reconectar con una tradición que ha acompañado a generaciones.
Además, su ejemplo de vida nos recuerda el valor de la entrega desinteresada, la fe firme incluso ante la persecución, y la importancia de cuidar al prójimo.
Otras curiosidades sobre San Blas
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Es uno de los catorce santos auxiliadores, un grupo de santos invocados en la Edad Media durante las grandes epidemias.
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En muchos lugares, las rosquillas de San Blas son tradicionales el 3 de febrero. Se bendicen y se comen para prevenir enfermedades de garganta durante el año.
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En Paraguay y otras regiones de América del Sur, se realizan coloridas celebraciones en su honor con música, danzas típicas y misas especiales.
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Algunas leyendas populares lo relacionan con la protección del ganado, por lo que también es patrono de pastores y agricultores en ciertos lugares.
Cómo se celebra la fiesta de San Blas
Cada 3 de febrero, en muchas iglesias del mundo, se celebra la misa en honor a San Blas. El momento más emotivo suele ser el rito de la bendición de las gargantas, donde el sacerdote utiliza dos velas unidas en forma de cruz y las coloca cerca del cuello de los fieles mientras pronuncia una oración especial.
Esta oración dice:
“Por intercesión de San Blas, obispo y mártir, Dios te libre de los males de garganta y de cualquier otra enfermedad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
Este gesto sencillo es recibido con mucha devoción por niños, adultos y ancianos, y simboliza el deseo de salud, protección y bendición divina.
San Blas en la actualidad: un santo muy vivo
A pesar de los siglos, San Blas sigue vivo en la devoción popular. No es solo una figura del pasado, sino una presencia espiritual que acompaña a quienes sufren dolencias físicas y buscan alivio en la fe.
En muchos templos se conservan reliquias suyas, y la cantidad de parroquias dedicadas a él sigue creciendo, especialmente en regiones rurales. Además, cada año, millones de personas participan en celebraciones religiosas en su honor, reafirmando así el poder de su intercesión.
San Blas no solo cura gargantas, sino que también fortalece corazones.
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