¿Quién fue San Isaías, profeta?
San Isaías, profeta fue uno de los más grandes y reconocidos profetas del Antiguo Testamento. Vivió en Judá, alrededor del siglo VIII a.C., durante los reinados de Ozías, Jotam, Acaz y Ezequías. Su misión fue transmitir el mensaje de Dios al pueblo de Israel en tiempos de crisis política, moral y espiritual.
El libro de Isaías, atribuido en gran parte a él, es uno de los más extensos y profundos de la Biblia. Contiene profecías mesiánicas, llamados al arrepentimiento, y visiones sobre el juicio y la redención de la humanidad. Por eso, San Isaías no solo fue un guía para su tiempo, sino también un profeta de la esperanza futura.
¿Cuándo se celebra el día de San Isaías, profeta?
La Iglesia católica conmemora a San Isaías, profeta el 9 de mayo, fecha incluida en el Martirologio Romano. Aunque no se trata de una fiesta litúrgica de precepto, esta jornada es una excelente ocasión para recordar su mensaje y su importancia como anunciador del Mesías.
En algunas tradiciones orientales, como la Iglesia ortodoxa, también se venera a San Isaías, y su figura forma parte del conjunto de santos profetas del Antiguo Testamento que prepararon el camino del Salvador.
¿Qué papel tuvo San Isaías en la historia bíblica?
San Isaías es considerado uno de los cuatro grandes profetas del Antiguo Testamento, junto a Jeremías, Ezequiel y Daniel. Su misión fue compleja y desafiante, ya que tuvo que confrontar a reyes y al pueblo por su alejamiento de Dios, la idolatría y las injusticias sociales.
Pero además de denunciar los males de su tiempo, Isaías ofreció un mensaje de esperanza. Sus escritos anuncian con claridad la llegada de un Mesías redentor, enviado por Dios para salvar a su pueblo. Por eso, muchos de sus textos son leídos durante el Adviento y la Navidad.
Profecías del Mesías en el libro de Isaías
Entre los pasajes más famosos del libro de Isaías se encuentran las profecías sobre Jesucristo, que han sido interpretadas por la Iglesia como claras referencias al Salvador. Algunos ejemplos clave:
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“Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (Isaías 7,14).
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“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz” (Isaías 9,1).
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“Fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestras iniquidades” (Isaías 53,5).
Estas palabras no solo anticiparon la venida de Jesús, sino que también revelaron aspectos profundos de su misión redentora.
¿Cómo murió San Isaías?
Aunque la Biblia no relata su muerte, la tradición judía y cristiana sostiene que San Isaías fue martirizado por orden del rey Manasés, hijo del rey Ezequías. Según estos relatos, Isaías fue aserrado por la mitad mientras se escondía en un árbol, convirtiéndose así en uno de los profetas mártires más venerados.
Este tipo de muerte fue considerada símbolo del rechazo que el mundo hace del mensaje divino, pero también de la fidelidad inquebrantable del profeta a su misión.
¿Por qué es importante hoy San Isaías, profeta?
La figura de San Isaías, profeta, sigue siendo relevante hoy por varias razones:
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Nos enseña a ser fieles a la verdad, incluso cuando es incómoda o impopular.
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Nos recuerda que Dios no abandona a su pueblo, y que siempre ofrece caminos de redención.
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Nos invita a mantener la esperanza, aun en tiempos de oscuridad y crisis.
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Nos prepara para reconocer a Cristo como cumplimiento de las promesas antiguas.
Sus palabras siguen resonando en cada misa y lectura bíblica, especialmente durante las grandes festividades cristianas.
¿Dónde se venera a San Isaías?
Aunque no existen grandes santuarios dedicados exclusivamente a San Isaías, su nombre y figura están presentes en:
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Iglesias y capillas que lo incluyen en vitrales, frescos o esculturas, junto a otros profetas.
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Liturgias orientales que lo mencionan en los himnos y letanías.
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El arte cristiano medieval y renacentista, donde es común verlo con un rollo en la mano, símbolo de sus profecías.
Su influencia es universal, ya que forma parte tanto del judaísmo, como del cristianismo y del islam, que lo reconocen como profeta.
Oración a San Isaías, profeta
Una oración para pedir su intercesión podría ser:
“San Isaías, profeta fiel de Dios, tú que anunciaste la venida del Salvador con palabras de fuego y esperanza, enséñanos a escuchar la voz del Señor en nuestro corazón. Ayúdanos a vivir con fidelidad, a denunciar el mal con valentía y a anunciar la paz con alegría. Intercede por nosotros, para que nunca perdamos la luz de la fe. Amén.”