San Jenaro de Nápoles es uno de los santos más venerados de la cristiandad, especialmente en Italia y entre las comunidades napolitanas del mundo. Desde los primeros siglos de la Iglesia, su figura ha inspirado devoción por su martirio, sus prodigios y el famoso milagro de la licuefacción de su sangre. En este artículo, conocerás en profundidad quién fue San Jenaro de Nápoles, por qué se le considera protector de la ciudad, cuándo se celebra su festividad y qué curiosidades rodean su culto.
Quién fue San Jenaro de Nápoles
San Jenaro de Nápoles nació en Benevento (Italia) a finales del siglo III y fue elegido obispo de la ciudad de Benevento durante la persecución de Diocleciano. Su celo apostólico y su firme testimonio de la fe cristiana le granjearon tanto admiradores como enemigos. Bajo torturas, mantuvo su fe intacta y, según la tradición, fue decapitado junto con sus compañeros Festo, Desiderio y compañeros la noche del 19 de septiembre del año 305.
Desde entonces, su culto se extendió rápidamente y, ya en el siglo V, su figura fue vinculada a la ciudad de Nápoles, que pronto lo acogió como su patrón. Su intercambiable título de “mártir” y “obispo” refleja el doble aspecto de su legado: la entrega de la vida y la guía pastoral.
El milagro de la licuefacción de la sangre
Uno de los prodigios más famosos asociados a San Jenaro de Nápoles es la licuefacción de su sangre. Tres veces al año, los fieles se reúnen ante los dos ampollas que contienen la sangre reseca del santo, guardadas en la Catedral de Nápoles:
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El primer sábado de mayo, víspera de la primera feria de mayo.
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El 19 de septiembre, aniversario de su martirio.
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El 16 de diciembre, día dedicado a la decapitación.
Cuando las ampollas se calientan, la sangre sólida se convierte en líquido, un fenómeno que la tradición considera signo de protección para la ciudad. Los napolitanos interpretan que la falta de licuefacción puede anunciar desgracias o epidemias, lo que incrementa la emoción y el fervor popular.
Celebración de la fiesta el 19 de septiembre
Cada 19 de septiembre, miles de devotos acuden a la Catedral de Nápoles para conmemorar el martirio de San Jenaro. La celebración arranca con una Misa solemne presidida por el arzobispo, seguida de la procesión de las reliquias por las principales calles del centro histórico. Faroles, bandas de música y cantos litúrgicos acompañan la imagen del santo desde la catedral hasta la iglesia de Santa Restituta.
Además de los actos religiosos, la ciudad se engalana con banderolas y balcones decorados, y se organizan ferias de comida típica napolitana. Es habitual que las familias se reúnan para compartir platos tradicionales como la pizza frita, la sfogliatella y el cuoppo de marisco.
Legado y devoción popular
La figura de San Jenaro de Nápoles trasciende la devoción religiosa. En el siglo XX, su imagen apareció en estampas, medallas y amuletos que se regalaban para alejar el mal de ojo y atraer la buena fortuna. A lo largo de los siglos, artistas como Caravaggio o Luca Giordano retrataron su pasión y su patronazgo sobre Nápoles.
En América Latina, especialmente en Argentina y Venezuela, la Fiesta de San Jenaro llegó con los emigrantes napolitanos. En ciudades como Buenos Aires y Caracas, comunidades italianas mantienen viva la tradición con misas, procesiones y encuentros culturales durante todo el mes de septiembre.
Curiosidades de San Jenaro de Nápoles
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Patrón de Nápoles: desde el siglo V, se le invoca como protector ante plagas, erupciones del Vesubio y catástrofes naturales.
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Reliquias duplicadas: además de las dos ampollas napolitanas, Roma conserva otra ampolla en la iglesia de San Lorenzo in Lucina.
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Iconografía distintiva: se le representa vestido de obispo, con mitra y báculo, sosteniendo una ampolla con sangre.
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Conexión con Vesuvius: en 1631, durante la gran erupción, el cardenal Capodiferro trasladó las reliquias al Monte Somma para protegerlas; la sangre no licuó hasta su regreso a la ciudad, interpretado como señal de salvación.
Oraciones y novenas
Los fieles suelen rezar la “Oración a San Jenaro” pidiendo intercesión ante emergencias y necesidades urgentes. Una novena típica comienza el 10 de septiembre y concluye el 18, rezando cada día letanías, salmos y peticiones específicas. La última jornada concluye con la iluminación de cirios rojos en la cripta de la catedral.
La Casa de San Jenaro: arte y arquitectura
La Catedral de Nápoles, construida entre los siglos XIII y XIV, alberga la Capilla del Tesoro de San Jenaro, un conjunto barroco diseñado por Domenico Antonio Vaccaro. Allí, además de las ampollas, se custodian reliquias como fragmentos de túnica y huesos, así como objetos de plata dorada y pintura sacra que reflejan la devoción popular de siglos.
Cómo incluir a San Jenaro en tu vida espiritual
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Participa de la liturgia: asiste a Misa el 19 de septiembre o en cualquiera de las licuefacciones.
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Reza su novena: una práctica que fortalece la fe y la esperanza.
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Visita virtual: muchos sitios web ofrecen transmisión en directo de la ceremonia de la catedral.
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Comparte su historia: difunde en redes sociales testimonios de fe y milagros atribuidos a San Jenaro.