La Exaltación de la Santa Cruz es una de las solemnidades más importantes del calendario litúrgico cristiano. Cada 14 de septiembre, los fieles conmemoramos tanto el hallazgo de la Cruz de Cristo por Santa Elena como la dedicación de la basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén. En esta jornada, proclamamos el triunfo de la redención y reconocemos en la cruz el símbolo de nuestro amor y esperanza.
Origen histórico de la Exaltación de la Santa Cruz
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Hallazgo de la Vera Cruz (c. 326):
Santa Elena, madre del emperador Constantino, viajó a Jerusalén en busca de los lugares sagrados. Según la tradición, descubrió tres cruces enterradas bajo el montículo del Calvario. Tras un milagro—la curación de una mujer mortalmente enferma—identificó la Vera Cruz como la que había traspasado a Jesús . -
Dedicación de la basílica del Santo Sepulcro (335):
Constantino erigió en Jerusalén un gran templo que albergaba el Gólgota y el sepulcro de Cristo. El 14 de septiembre de aquel año, se consagró este santuario, y desde entonces la Iglesia celebró la Exaltación de la Santa Cruz para honrar a ambos acontecimientos. -
Difusión del culto a la Cruz:
A lo largo de la Edad Media, la fiesta se extendió por Occidente y Oriente. Gregorio III la incluyó en el calendario romano (731), y su liturgia fue enriquecida con himnos y lecturas que exaltan el poder de la cruz para derrotar al pecado y la muerte.
Significado teológico
La Exaltación de la Santa Cruz no solo conmemora un hecho histórico, sino que celebra el misterio central de la fe:
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Instrumento de salvación: En la cruz, Cristo cumplió la voluntad del Padre, dando su vida para redimirnos (Jn 3,16).
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Señal de amor y humildad: La más alta manifestación del amor de Dios no fue un trono de oro, sino un madero doloroso.
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Camino de identificación: Al contemplar la cruz, los creyentes son invitados a cargar la suya, siguiendo al Señor en el sacrificio cotidiano (Mt 16,24).
Este enfoque espiritual convierte la festividad en una escuela de vida cristiana, donde el sufrimiento se transforma en puerta de gracia.
Fiesta litúrgica: 14 de septiembre
La Iglesia celebra la Exaltación de la Santa Cruz cada 14 de septiembre con un rico despliegue litúrgico:
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Color litúrgico rojo: Simboliza la sangre de Cristo y el martirio.
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Oraciones de apertura: Incluyen antífonas que aclaman “¡Adoramos tu cruz, Señor, y glorificamos tu santa resurrección!”.
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Lecturas bíblicas: Se proclaman pasajes como Isaías 52,13–53,12 (Siervo sufriente) y Gálatas 6,14–18 (Gloria en Cristo crucificado).
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Procesión con la Cruz: En muchas parroquias se lleva la cruz al centro del templo mientras la asamblea canta himnos de alabanza.
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Bendición de fieles: Los fieles acercan pequeñas cruces para ser bendecidas con incienso y agua bendita.
Participar activamente en esta liturgia ayuda a interiorizar el amor redentor que brota de la cruz.
Cómo celebrar la Exaltación de la Santa Cruz en casa
Para vivir plenamente esta fiesta en el ámbito doméstico, te proponemos:
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Orar frente a una cruz: Coloca una crucifijo o una imagen de la cruz en un lugar visible. Enciende una vela y dedica unos minutos a la adoración silenciosa.
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Rezo del Vía Crucis: Recorre las catorce estaciones en familia, meditando cada momento de la pasión de Jesús.
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Lectura bíblica compartida: Lee en grupo la narración de la pasión según san Juan (Jn 18–19) y comenta qué te enseña en tu vida actual.
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Acto de penitencia: Elige una renuncia voluntaria (golosinas, redes sociales) como signo de identificación con el sacrificio de Cristo.
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Obra de caridad: Realiza una buena acción: visita a un enfermo, dona alimentos o apoyo material a quien lo necesite, recordando que “en la cruz se nos muestra el rostro de Dios que se hace prójimo” (Papa Francisco).
Estas prácticas conectan la solemnidad litúrgica con la experiencia cotidiana del amor de Dios.
Oraciones y himnos destacados
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Oración colecta:
“Señor, que nos llamas a tomar la cruz y seguirte, concédenos recordar siempre tu pasión y celebrar con fe la Exaltación de la Santa Cruz, signo de salvación y esperanza para el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
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Himno Vexilla Regis (Gregorio IX):
“Los pendones del Rey se alzan, / sus estandartes son la cruz. / Hoy la exalta la Iglesia, / hoy con himnos entona un canto.”
Entonar estos cantos en la comunidad parroquial o en casa refuerza el sentido de fiesta y adoración.
Iconografía y símbolos de la fiesta
Al buscar imágenes de la Exaltación de la Santa Cruz, encontrarás:
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Cruz elevada: Fieles y ángeles alzando la cruz hacia el cielo, representando su victoria.
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Cristo triunfante: A veces aparece resucitado sobre la cruz, señalando la unión de pasión y resurrección.
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Incienso y antorchas: Símbolos de alabanza y luz en medio de la oscuridad.
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Paisaje de Jerusalén: Para evocar el Calvario y el Santo Sepulcro.
Estos elementos artísticos invitan a una contemplación más profunda del misterio exultante de la cruz.
Tradiciones populares en el mundo hispano
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Procesiones solemnes (España, México): Imágenes de la cruz son portadas en andas por cofradías, acompañadas de música sacra y silente guardia de fieles.
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Bendición de “ramos de espinas” (Andalucía): Se recuerdan las ramas con que los soldados coronaron a Cristo, bendiciendo plantas espinosas.
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Feria de la Cruz (Centroamérica): En algunas comunidades, se levantan altares en las plazas con cruces ornamentadas y ofrendas de flores.
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Subasta de rosas (Perú): Se subastan rosas rojas para vestir cruces monumentales, simbolizando la sangre redentora.
Estas manifestaciones muestran la creatividad popular al honrar la Exaltación de la Santa Cruz.
Relevancia para la fe hoy
La Exaltación de la Santa Cruz nos enseña que:
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El amor pasa por la cruz: Nadie ama más que quien da la vida por sus amigos (Jn 15,13).
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Sufrimiento redimido: El dolor humano, unido a la cruz, adquiere sentido salvífico.
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Esperanza invencible: La cruz, lejos de ser signo de derrota, nos señala el camino hacia la resurrección.
En un mundo con tantas crisis, esta fiesta nos recuerda que Dios camina con nosotros en nuestras propias cruces.