Cada 11 de junio, la Iglesia celebra la memoria de San Bernabé, apóstol, conocido como “hijo de consolación” por su ánimo siempre dispuesto a fortalecer a los creyentes. Colaborador cercano de San Pablo, su generosidad, espíritu de unidad y valentía misionera contribuyeron decisivamente a la expansión del Evangelio en el Mediterráneo. En este texto conocerás su origen, su obra en la Iglesia primitiva, las tradiciones que honran su fiesta, su iconografía, una oración en su honor y su vigencia hoy.
Orígenes y vocación de San Bernabé, apóstol
Natural de Chipre y originario de la tribu de Leví, José—que más tarde recibió el sobrenombre de Bernabé—se distinguió en Jerusalén por vender sus propiedades y entregar el fruto a los apóstoles y a los pobres (Hch 4,36-37). Animado por la gracia, se dedicó al servicio de la comunidad, pronto ganándose la confianza de Pedro y los demás líderes de la Iglesia. Su habilidad para reconciliar diferencias y animar al desalentado le convirtió en uno de los pilares del naciente cristianismo.
Encuentro con Pablo y primer viaje misionero
Tras la conversión de Saulo de Tarso, los hermanos desconfiaban de él hasta que Bernabé intercedió ante la comunidad: “Éste se ha portado con nosotros en Jerusalén” (Hch 9,27). Más tarde, Bernabé acompañó a Pablo en su primer viaje misionero (Hch 13–14), recorriendo Chipre y Asia Menor. Juntos fundaron comunidades en Pafos, Antioquía de Pisidia y Listra, enfrentando persecuciones y milagros, siempre fortaleciendo la fe de los nuevos creyentes.
Características del ministerio de San Bernabé, apóstol
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Consolador y mediador: Su sobrenombre indica su caridad para reconfortar al que tropieza.
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Constructor de comunión: Reunía a gentiles y judíos en torno al Evangelio, facilitando el Concilio de Jerusalén (Hch 15).
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Generosidad personal: No dudó en ceder su compañero misionero, Pablo, cuando los demás lo rechazaban.
Esta combinación de caridad y convicción doctrinal sentó las bases de la misión ad gentes.
Controversia y separación misionera
En la ciudad de Listra surgió una discrepancia sobre llevar a Juan Marcos (cousin de Bernabé) al campo misionero. Pablo no quiso incluirle tras un desengaño previo, pero Bernabé insistió en darle otra oportunidad. La polémica, lejos de ser un obstáculo, mostró su ternura pastoral y su confianza en la conversión. A partir de ahí, Bernabé se embarcó con Marcos en un segundo viaje, mientras Pablo siguió con Silas, multiplicando así el alcance de la misión.
Fecha de celebración: 11 de junio
La fiesta de San Bernabé, apóstol se conmemora el 11 de junio, día en que la tradición sitúa su martirio en Salamina de Chipre, donde fue lapidado hasta la muerte por proclamar a Jesucristo. En esta jornada, los fieles están invitados a:
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Asistir a la Eucaristía con lecturas de Hechos 13 y el pasaje de Romanos 15, “Porque Cristo me envió para anunciar el Evangelio…”.
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Rezar una novena pidiendo la gracia de la unidad en la Iglesia y el celo misionero.
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Organizar actividades misioneras en parroquias: mesas redondas, proyección de documentales y colectas para misiones.
Celebrar el 11 de junio renueva nuestro compromiso de anunciar la Buena Nueva como él mismo lo hizo.
Tradiciones y devoción popular
En Chipre, su isla natal, se realiza una procesión marítima donde se lleva su estandarte en una barca, evocando sus viajes. En Antioquía (actual Turquía), se bendicen las semillas de ciprés, árboles ligados a su sepultura. Iglesias misioneras de todo el mundo organizan jornadas de testimonios de ex misioneros, inspiradas en el ejemplo de Bernabé, y fomentan la colaboración entre laicos y religiosos en proyectos de evangelización.
Iconografía de San Bernabé, apóstol
En el arte sagrado suele representarse con:
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Pergamino o libro, aludiendo a su anuncio del Evangelio.
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Ciprés o palma de mártir, recordando su muerte en Chipre.
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Báculo de misionero, símbolo de su viaje apostólico.
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A veces con la mano modulando el perdón, en referencia a su mediación por Marcos.
Estos atributos ayudan al fiel a contemplar sus virtudes: valor, entrega y reconciliación.
Oración a San Bernabé, apóstol
“Glorioso San Bernabé, apóstol fiel y consolador de corazones, tú que fortaleciste a Pablo y fundaste Iglesias con tu testimonio, intercede por nosotros para que nuestra fe sea valiente y nuestra comunidad, unida. Líbranos de la división y haznos instrumentos de reconciliación. Amén.”
Esta plegaria se recita en retiros misioneros y en las celebraciones del 11 de junio, pidiendo su intercesión por las vocaciones.
Legado y relevancia en la Iglesia actual
San Bernabé, apóstol, nos deja lecciones para hoy:
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Unidad en la diversidad: Apostó por un pluralismo reconciliado, clave en el diálogo interreligioso.
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Segunda oportunidad: Con su defensa de Marcos, enseñó la importancia del perdón y la paciencia.
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Misión compartida: Tras su separación con Pablo, multiplicó los campos evangelizados.
En un mundo polarizado, su figura impulsa a renovar la comunión eclesial y a apostar por la misión desde cada vocación.
Recursos para profundizar
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Lectura bíblica: Hechos de los Apóstoles 4,36–15,39.
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Visitar Chipre: Peregrinar a Salamina y a la iglesia de San Bernabé en Karpasia.
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Material formativo: Documentales sobre la expansión de la Iglesia primitiva y cursos de misionología.